Tupinambo al horno, topinambour roti

tuminambo al horno
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El tupinambo al horno es un auténtico manjar, mi receta de topinambour roti, es sencilla y súper deliciosa. Esta raíz comestible es originaria de Norte América (Canadá) y entró en Francia en el siglo XVII. Encierra más de un As en su manga para nuestra salud y está buenísimo crudo o cocinado.

Tupinambo al horno, una guarnición delicada

Ingredientes para 4 comensales

  • 500 gr de raíces de tupinambo crudas y limpias, sin pelar
  • un puñado de perejil picado
  • un puñado de cilantro picado
  • 10 hojas de hierbabuena picadas
  • 3 dientes de ajo picados
  • Sal, pimienta
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 1 chorro de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)

Procedimiento

  1. Tienes que lavar las raíces de tupinambo en una fuente con abundante agua y ayudarte de unas nanas de acero para limpiar un poco la tierra. No hay que frotar, se limpia muy fácil.
  2. Hecho esto, corta en trozos groseros como si hicieras unas patatas bravas, este es el tamaño ideal.
  3. Introduce tu verdura en una fuente apta para horno y añade las hierbas, el ajo, el AOVE, la sal y la pimienta, además del vino. Remueve bien para que se mezclen los ingredientes.
  4. Hornea con calor arriba y abajo además del aire (ventilador) a 180ºC durante 25-30 minutos. Remueve al menos 2 veces durante el horneado para que esté doradito por todas partes.

Et voilà, Bon appétit! … Más sencillo, imposible!

Si haces esta receta, envíame las fotos o etiquétame en redes, me hace mucha ilusión saber que te he llegado a conquistar con mis recetas y artículos. Me hincha saber que mi trabajo te hace disfrutar, tanto como yo disfruto escribiendo y cocinando para tí.

Tupinambo al horno, topinambour roti

Ma touche

He rustido este tupinambo de manera sencilla con un simple picadillo de ajo y hierbas. Así es como mejor se luce el delicioso sabor del tupinambo. Por supuesto, puedes hacer el tupinambo en cremas y veloutés, incluso finamente fileteado o rallado en ensaladas. Mi manera favorita de consumir el tupinambo es al horno. Resulta ser una guarnición excelente para acompañar tanto carnes como pescados. Tengo pendiente hacerlo en sous-vide, seguro que la concentración de sabor me va a volver loquita.

¿A qué sabe el tupinambo? Tiene un sabor delicioso entre la alcachofa y las pencas de cardo. Su textura es crujiente por fuera y tierna por dentro. El tupinambo es todo un regalo para el paladar.

Otra receta que hemos realizado es la crema de Tupinambo con bulbo de hinojo, te aseguro que alucinarás con el sabor resultante como lo hice yo y mis invitados.

Tupinambo al horno, topinambour roti

¿Qué es el tupinambo?

En latín es helianthus tuberosus, Una raíz comestible, sus flores amarillas son parecidas a las margaritas Aster, de hecho son ambas dos familia del girasol. También es conocida bajo el nombre de tupinambo o alcachofa de Jerusalén. Existen variedades de color purpura, otras grises, unas finas otras más redondas… El tupinambo tiene un sabor muy agradable. No es un alimento muy nutritivo, en el sentido que tiene mucho menos almidón que la patata, incluso en comparación tiene solo un tercio de contenido en azúcares frente a la patata. En total, su aporte calórico es apenas superior a un tercio del de las patatas e incluso inferior al de las alcachofas.

Tupinambo al horno, topinambour roti
Beneficios nutricionales del tupinambo

Aunque es bueno para la salud porque contiene fibra y vitamina B. El tupinambo tiene poco almidón, pero mucha inulina, una molécula que le da un sabor ligeramente dulce, parecido al de los cardos o las alcachofas, pero que también puede ser ligeramente laxante. Tanto cruda como cocida, contiene hidratos de carbono que contribuyen a una buena salud intestinal. Estos azúcares también pueden desempeñar un papel en la prevención de ciertos tipos de cáncer y de la osteoporosis. Según la wiki… “Esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio. El tupinambo está compuesto por un 15% de proteínas, 9% de azúcares o hidratos de carbono, 4% de fibras y, escasamente, un 1% de grasas. El tubérculo de esta planta es 80% agua, por ello se recomienda en dietas destinadas a personas con reumatiso, diabetes y retención de líquidos. En la medicina popular se creía que actuaba como un poderoso afrodisiaco y que tenía propiedades espermatogénicas.”

Tupinambo al horno, topinambour roti

Orígenes del tupinambo y cómo llegó a Francia

En otras partes del mundo, en otra época, simbolizaba la paz. En Francia, fue sinónimo de guerra y privaciones para toda una generación, el tupinambo vuelve a ser popular, más de 70 años después, gracias a los chefs que siempre buscan realizar platos singulares con tubérculos y verduras recuperadas del pasado.
Corrían tiempos difíciles en los albores de la segunda Guerra Mundial y las familia no tenían qué comer. Las comidas, ya de por sí frugales, eran cada vez más aburridas, alternando colinabos y tupinambos (rutabaga et topinambour). Los franceses, como mi madre que vivieron aquellos años oscuros acabaron artos de estas raíces y su hastío se extendió a las décadas siguientes. Solo pensar en comer tupinambo, te catapultaba a aquellos malos recuerdos.
Su mala fama se debió a la guerra y a las requisiciones alemanas de muchos alimentos como patatas, carne, mantequilla y arroz ¿Qué les quedaba, pues?
Hoy podemos decir que es una reputación muy injusta pues la parte comestible, la raíz, tiene un sabor bastante fino que le valió el nombre de alcachofa canadiense y también de “pera de tierra”, en paralelismo al nombre en francés de la patata “pomme de terre“.
Pero el tiempo pasa y henos aquí , 2 o 3 generaciones después, buscando variedad de sabores y redescubriendo sabores olvidados.

Tupinambo al horno, topinambour roti

El topinambo llegó desde Canadá

Remontémonos varios siglos atrás. El topinambo llegó a Europa a principios del siglo XVII, en las bodegas de los barcos de de los comerciantes franceses. Como te comentaba más arriba, esta planta asterácea de bonitas flores amarillas es prima del girasol. La planta ha sido cultivada y consumida desde tiempos inmemoriales por los amerindios, quienes la consideraban un símbolo de paz.

En la Europa del siglo XVII, el tupinambo conoció el éxito inmediato. Sin embargo efímero, porque un siglo después fue suplantado por la patata, más nutritiva, y degradada a la categoría de planta para el forraje, sólo buena para alimentar al ganado.

El nombre del tupinambo nace de una triste confusión

Tengo que reconocer que se me encoge el corazón al escribir este Párrafo. El nombre de tupinambo o alcachofa de Jerusalén -que suena más romántico-, tiene su origen en un malentendido. En la época en que Samuel de Champlain (navegante francés fundador de la provincia de Québec), trajo de vuelta los tubérculos canadienses… Al mismo tiempo dieciséis integrantes de la tribu india de los Tupinambas estaban siendo traídos a la fuerza desde Brasil para ser “exhibidos” en Francia. La coincidencia de fechas creó confusión y se atribuyó al tubérculo el nombre brasileño, ligeramente distorsionado. El propio botanista sueco Carl von Linné contribuyó a esta confusión, atribuyendo al tupinambo un origen brasileño.
El topinambo es un compendio de paradojas. Por un lado, su agradable sabor que se asocia a momentos tristes de nuestra historia reciente. Por otro, un símbolo de paz en Canadá que se convirtió en símbolo de guerra en Francia. Un curioso nombre surgido del sufrimiento de un pueblo indio brasileño.

Tupinambo al horno, topinambour roti

¡Música, Maestro!

Un poco de humor con la música de una comedia ubicada en la II Guerra Mundial en Francia. Mais oú est donc passée la 7 ème compagnie

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