Valga la redundancia en el título, pero la técnica lo merece. Hoy quiero compartir contigo algunos trucos infalibles para lograr el crujiente perfecto en tus preparaciones con puerro ¡Te cuento lo que muy pocos saben para hacer el mejor crujiente de puerro! El crujiente de puerro puede añadir una textura crunchy a la vez que delicada. Aporta un delicioso toque de sabor a tus platos, ya sea como guarnición, como ingrediente en una ensalada, o incluso como un aperitivo saludable por sí solo😋. Un puñadito por aquí, otro por allá… Te cuento las claves para que triunfes.
Receta y trucos para hacer el mejor crujiente de puerro, que siempre quede crujiente y ligero durante días
ngredientes
- 1 puerro, la parte blanca, pero si hay un poco de verde no importa.
- 2 cucharadas soperas de fécula de maíz (Maizena)
- suficiente AOVE para freír
Utensilios necesarios: un colador o cedazo y papel absorbente
Procedimiento
- Pon el aceite a calentar. Corta tu tronco de puerro en juliana fina, pero córtalo en el sentido longitudinal de la verdura. O sea en el sentido de la fibra.
- Pasa la juliana de puerro a una fuente con la Maizena y revuelve para que todas las tiras de puerro se impregnen de la fécula.
- Escurre el sobrante de fécula con ayuda de un colador o cedazo.
- Introduce tus hilos de puerro en la sartén con el aceite caliente (sin humear). 150-160ºC son suficientes cuando usas AOVE. hazlo en pequeñas tandas.
- Solo se tarda 2 minutos en freír cada tanda de juliana de puerro.
- Deposita los puerros ya fritos sobre papel absorbente o mejor aún, sobre un cedazo.
Una vez hecho, tras esperar a que escurra lo suficiente y esté a temperatura ambiente, puedes conservarlo en un tupper en la nevera. Puede durar semanas, si te resiste a comértelos de una atacada.
Et voilà, bon appétit!
La sartén utilizada en esta receta es de acero inoxidable y es ideal porque se calienta muy rápido por su gran fondo y guarda muy bien el calor.
Si sumamos a estas características, que se limpia mejor que una antiadherente, es difícil decir que no.
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Ma Touche
Pues rien de rien, tal cual lo aprendí hace años, tal cual te lo cuento. Hace muchos años, ya no recuerdo ni quien, ni donde. Pero lo que sí recuerdo es que lo empleé a menudo en el restaurante allá por 2013 y a los clientes les encantaba. Hacíamos toneladas sin miedo, porque se conservaba divinamente.
Trucos y consejos
¡Aquí viene lo bueno de verdad! Los turcos que te voy a contar y uno en particular, no se los sabe ni el mismísimo Arguiñano. Que me disculpen por mi falta de modestia, pero es que, se me ocurrió mirar en internet como lo hacían otros y me quedé patidifusa por que ni el Argui, se lo sabía.
Truco número uno: Este sí se lo he visto hacer a Argui. Es muy importante cortar la juliana de puerro en el sentido de las hebras, en sentido longitudinal. Pues si lo hacer al revés, el puerro suelta tanta agua que en vez de freirse, se pocha. Lo que buscamos es un puerro frito, fritito de verdad.
Truco número dos: Este es también el verdadero truco que muy pocos saben. Es menester imprescindible, pasar la juliana de puerro por fécula ¡Síp! De este modo conseguimos que por una parte, las hebras de puerro no se embeban de aceite (no me preguntes porqué); Y por otro lado alargamos la vida del crujiente que puede llegar a estar almacenado semanas sin volverse blandurrio ni correosos (tampoco me preguntes porqué pero, así funciona).
La fécula de maíz o la Maizena como la conocemos en su marca comercial, esta absorbe la humedad de los alimentos e impide al aceite penetrar para quedarse.
Te habrás dado cuenta a estas alturas, que este truco con la fécula de maíz no es nuevo en cocinafrancia.com. Para muestra, unas patatas paja 😉😋
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Una guarnición extraordinaria que pega con todo