La Ribera del Duero encierra secretos profundamente escondidos en la tierra, como bodegas comenge, secretos que no se pueden resistir al encanto arrebatador que ejercen las raíces de la vid.
De modo que se entregan en un gesto telúrico generoso para alimentar el fruto preciado. Desde que probé un vino de Rivera del Duero hace 25 años, yo fui aquella que se rindió abiertamente a toda la magia de sus flavores elegantes y poderosos, para siempre. Para mi esa tierra es sinónimo de placeres terrenales, aquellos placeres que se encuentran en los gestos y los momentos más sencillos pero tan llenos de significado. Sin embargo, cuando me tomo un Ribera, surte en mí el efecto contrario, me transporto a una escena sofisticada de “Atrapa a un ladrón” tirada en una hamaca en la playa privada del hotel Negresco de Nice, mientras escucho Astrud Giberto, mirando al horizonte el mecer de las olas.

Este vino, Jacobus, representa eso y más, nace de la pasión de una familia, que no es ajena al amor que desprende la tierra en la crecen sus vides. La familia Comenge elabora vinos con métodos naturales gracias al conocimiento tan profundo que tiene, no en vano el padre del fundador escribió el primer tratado en español sobre las vides y el vino en el año 42.

Todos los vinos de la familia Comenge que he tenido la oportunidad o más bien la suerte de probar son elegantes y tienen mucho atractivo, tanto como lo son el padre y el hijo Jaime y Alvaro, también tienen esa generosidad y calidez a la imagen del enólogo Rafael Cuerda. Vamos que son unos vinos redondos, tan guapos por dentro como por fuera. Estos tres hombres son un trio de ases a la hora de elaborar vinos y transmitir el mensaje.
Pero hablemos de vino. Jacobus 2012 es un ensamblaje de 90% tempranillo y 10% merlot. La Tempranillo se fermenta en depósito de hormigón con levadura autóctona seleccionada. La merlot en cambio en barrica abierta. Tras una crianza de 30 meses en barrica francesa de 225 litros de grano extrafino, permaneciendo durante ese tiempo sobre lías puras de la misma levadura empleada en la fermentación alcohólica.
El carácter protector de las lías ha permitido realizar toda la crianza durante dos años y medio, sin la adición de sulfuroso. Elaboración natural y respetuosa con el medio ambiente. Tras la crianza y el ensamblado, el vino es clarificado con clara de huevo natural antes del embotellado.

Esa cuidada y personalísima elaboración se refleja en la cata: de color rojo picota brillante y capa media alta, destaca una sensación frutal sorprendente; el vino mantiene su carácter original, como si el tiempo se hubiera detenido durante la crianza. Además, al realizarse ésta sobre lías, le aporta untuosidad y elegancia sin perder estructura, una marca propia de los vinos de esta gran familia bodeguera.
Su precio puede parecer elevado si no te has leído lo escrito anteriormente, 135€ PVP. Pero te garantizo que este vino bien vale un descorche por unas bodas de Plata u Oro. Su recuerdo quedará en tu memoria sensorial para otros 50 años, al menos…
SOBRE BODEGAS COMENGE
Fundada en 1999, Comenge Bodegas y Viñedos está ubicada en un entorno privilegiado, rodeada de 16 hectáreas de viñedo entre dos castillos medievales, el de Curiel de Duero y el de Peñafiel, y tres valles; el del Duero, el Cuco y el Horcajo.
*El cultivo de la viña es exclusivamente ecológico certificado. Esto revierte directamente en el sabor de las uvas y de los vinos. Los rendimientos son pequeños: manteniendo la cubierta vegetal, convirtiendo al viñedo en un maravilloso jardín natural, un ecosistema diverso que aporta equilibrio y salud a las cepas.
La selección manual uva a uva y su proceso de fermentación natural patentado son sus señas de identidad.
Este proyecto familiar está inspirado en Miguel Comenge, padre del fundador y autor del libro La Vid y los Vinos Españoles, publicado en 1942, siendo el primer tratado científico acerca de la situación vitivinícola de España y, por lo tanto, referente para estudiantes de viticultura, enología y agrónomos.
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