Recientemente tuve la suerte de acudir a una visita guiada en una bodega situada en la denominación Ribera de Duero: Valtravieso ¡Resultó ser una especie de regalo!
La bodega Valtravieso se encuentra en Piñel de Arriba, Valladolid. Pueden presumir de tener el terruño a más altitud de la denominación de origen Rivera del Duero: 920 metros. Siendo muy novata -si aún más que ahora-, ya me di cuenta de la gran influencia que ejercen la altitud y el frío en el resultado de un vino muy bueno a excelente. Es curioso, si tenemos en cuenta que la vid proviene de la cuenca mediterránea y se ha desarrollado siempre su cultivo con preferencia de calor. El sol es muy importante, cierto, muy cierto pero no dejo de pensar en lo ricos que salen los vinos cuyas uvas pasan fri-fri. Pero cuidado, que sol y calorcito en Valtravieso reciben mucho, al estar más altos, están más cerca del sol, tiene muchas ventajas estar más cerca del astro rey. Como mandan las normas la gran mayoría de la uva que llena la botella es Tempranillo, en la Tinta Fina, está la clave de toda la personalidad de esta bodega, que junto con la ayuda de las barricas de roble francés, le confieren a este vino terminado toda la personalidad y la elegancia de la que presume Valtravieso y con toda la razón. En este caso el roble aporta las cualidades justas, discretamente. No necesita camuflar defectos, porque no los hay. El exceso de roble es por desgracia un subterfugio empleado a menudo por vinos que “quieren ser y no pueden”.

Desde que Pablo González Beteré se iniciara en esta empresa en 2002, Valtravieso se ha afianzado como una de las bodegas que dan su gran nombre y reputación a la denominación de origen Ribera del Duero. Junto con el enólogo Ricardo Velasco y Manuel Diaz, el director comercial, se cierra el círculo de la eficacia. Ribera del Duero ha tenido unos años “feos”, según los entendidos, yo descubrí estos vinos hace más de 20 años y enseguida me enamoraron, por lo visto la denominación vuelve a recuperar su reputación y es en gran parte a bodegas como Valtravieso, no me cabe duda.

Pablo el ingeniero agrónomo, es un visionario con las ideas muy claras y forma junto con Ricardo (Tom Hanks para los amigos…), un binomio perfecto ¡Ricardo ha vendimiado en los dos hemisferios! Ha visto mucho, ha aprendido de los mejores en Francia, Burdeos. Ha traído a Valtravieso todo el amor y la mejor técnica, no confundir con técnologia (obligatoriamente). Le conocen por el “hombre que susurra a las viñas”… Isn’t it romantic! Como reza la canción. Finalmente la cuadratura del círculo se obtiene con el “tercer hombre”, no, no es Orson Wells, sino, Manuel, quien debe tener un radar en la mente, para localizar a aquel cliente que es digno de recibir este vino.

Nos recibieron a pie de viña, donde nos tenían preparado un ágape con un embutido de la región, de excelente calidad, sea dicho de paso, un marisquito y unas toreras home-maid ¡de morirse! Acompañamos el elemento solido con unos vinos de crianza de los años 2012 y 2013. Nos supo todo a gloria, el alimento y la climatología estuvieron a la altura para mayor disfrute de los allí presentes. Por supuesto la hospitalidad de unos anfitriones con mucha clase, no podía ser menos recompensada.


La bodega, por voluntad de quien la dirige, elabora menos de un millón de botellas al año, anteponiendo la calidad a la cantidad. Tuvimos acceso a la zona más top-secret de la bodega, allí donde se obra toda la magia o alquimia, lo que prefieras. Explicándonos, con pasión en cada una de sus frases, todo el proceso que lleva a elaborar estos excelentes vinos. No es que quiera guardarme los detalles para mi sola, es que no estoy segura de explicarlo correctamente a mi vez. No violentan la uva, dejan que la gravedad y el tiempo, saque lo mejor de ellas.

Pasamos a la bodega donde reposan los barriles, es la única vez donde al pegar la nariz a la barrica, he podido oler los perfumes que desprende la madera. Pues aunque parezca mentira no es algo fácil de experimentar en todas las bodegas ¿O es que este roble era excepcionalmente perfumado? He estado en otras bodegas y al pegar mi nariz esperando disfrutar como lo hice en Valtravieso, pues, no, nada… Está claro que en todo hay calidades, la tierra donde crece el árbol, la madera, la forma de fabricar la barrica, etc. Todo influye hasta que abres la botella, para disfrutar de un gran vino. Desde lo imposible de controlar, como el clima, hasta el embotellado, pasando por las manos y la mente del enólogo o la madera que elige el bodeguero para albergar el divino zumo.
También me gusta que el vino sea embotellado en la bodega, o como decimos los franceses, “Mis en bouteille au Château”.

Tuvimos la oportunidad de probar el vino en una cata vertical, como seguro que sabes mejor que yo: en este caso, misma bodega, distintos años. De ese modo pudimos confirmar la buena capacidad evolución.

Probamos sin olvidar los dos Crianza de la bienvenida;
Reserva de 2010 y 2011.
Fina Tinta 2010 y 2011
Vendimia Seleccionada 2004, 2006 y 2010
Bueno, acabamos por el Vendimia Seleccionada 2004, una auténtica joya.
Oops! Casi me olvido del blanco de Rueda con el que nos dieron la bienvenida: Dominio de Nogara, 100%Verdejo, frutal, glicérico y redondo.
¿Cómo describirlos sin pedanterías? Yo escribo para ti quien como yo, eres amante del buen vino, pero no eres profesional del sector viti-vinícola.
Del primero al último de los vinos de esta bodega, todos tienen un denominador común: la elegancia, desde la nariz hasta… el modo en que te hacen volar… Son vinos que no han salido al mercado hasta que no eran perfectos bajo el criterio del bodeguero. Muy equilibrados, redondos, aromáticos, los taninos son muy discretos, dan cierta dulzura, balsámicos y minerales. Todo está en equilibrio en ellos, hasta la acidez -que junto con los taninos, es de esas cosa que me provocan muecas cuando dominan la botella- el color, desde el joven con su rojo cardenalicio, hasta el más trabajado y ambarino reserva, es franco y brillante, testimonio de un buen trabajo.
Y lo menos desdeñable, la relación calidad-precio, es excelente puedes encontrar el crianza a partir de 9€ pvp, hasta un reserva por menos de 35€ pvp.

Debería acabar aquí, pero quiero provocarte algo de envidia, contándote como acabamos la jornada alrededor de una mesa bien castellana, con sus sopas de ajo o castellanas, discrepábamos… Pero sobre lo delicioso del cochinillo, todos nos pusimos de acuerdo. Alabamos con entusiasmo las cualidades de la cocinera, una lugareña encantadora y voluntariosa que lleva trabajando para la bodega desde sus principios. Pero no hay buena mesa que no termine con un buen postre, el pastel de chocolate de una confitería cercana, termino de fijar en nuestras mentes el dulce recuerdo de una visita que repetiría voluntaria.

Gracias Pablo, “Tom”, Manuel y Álvaro, por favor transmitid mi cariño a la cocinera cuyo nombre no logro recordar… Ô vergüenza!

Estupendo reportage y vinos superelegantes , sin duda.
Gracias! y si, es cierto son excelentes! Besos Fernando
Muy bueno el artículo, super completo, estaba buscando información sobre Valtravieso para ir más informado en una próxima visita y me ha venido fantástico
Vaya, gracias! Ne alegra ser de utilidad! Saludos!