Quiero que conozcas unos vinos elegantes de gran calidad, Hacienda Arínzano Blanco 2018 y Hacienda de Arínzano tinto 2016. La propiedad del Señorío de Arínzano se enmarca en el entorno denominado Pago. Si me lees asiduamente, verás que hablo mucho de vinos franceses cuando te propongo armonías con cada una de las propuestas culinarias de este blog y lees palabras como Château o Cru.

¿Qué es un vino de Pago?

Según el diccionario un Pago (pagos) es un lugar, pueblo o región, especialmente de donde es originaria una persona o donde está arraigada. Se entiendo perfectamente que un vino de Pago se trabaja y se embotella en el lugar al que pertenece. Sus viñas y su bodega se encuentran en el mismo entorno o terruño, así pues sus vinos se elaboran y embotellan exclusivamente donde crecen sus vides. Esto se traduce en un celo especial a la hora de elaborar el vino, este tiene que ser mimado desde la cepa hasta la copa (parafraseando el título del libro de mi mentora María Isabel Mijares). Además un Pago tiene que demostrar una trayectoria. No todos los viñedos de España pueden adquirir la denominación de Pago, de hecho es un club muy exclusivo y no todos hacen vinos excelentes  como es el caso de Propiedad Arínzano.

Así pues, Pago de Arinzano tiene algo de Château porque también es “mis en bouteille à la propiété” y tiene algo de Grand Cru, porque su terruño ligado a la climatología del lugar le dan a sus vinos una calidad superior.

Señorío de Arínzano

Todos los calificativos y atributos positivos que se te ocurran para describir Hacienda de Arínzano se ven recogidos en sus tierras y su historia que tienen documentada hasta remontarse al siglo XI. Todo comienza en el año 1055 con Don Sancho Fortuñones quien ya gozaba del ejercicio de  una excelente reputación atribuida a sus viñedos.

Señorío de Arínzano está situada al norte de la Rioja. En un entorno natural rebosante y exuberante, con una riqueza de flora y fauna que junto con la climatología forman una simbiosis perfecta para unos vinos de excepción. Además, tanto  la propiedad como el equipo técnico encabezado por el enólogo portugués Manuel Louzada, están muy entregados en el ejercicio del respeto al entorno natural y utilización de métodos respetuosos y sostenibles. Los nuevos enólogos son muy conscientes de que la tierra que nos da sus frutos va a un ritmo muchísimo más lento que el nuestro y saben que deben cuidar la tierra aunque no se perciban beneficios de forma inmediata. El hombre de la viña actual ya ha comprendido y se empieza adaptar a los tiempos de la madre Tierra.

La pasión el amor y celo profesional para elaborar estos vinos, les empuja a adquirir y practicar las más avanzadas técnicas para conservar la calidad del vino y paralelamente se utilizan métodos ancestrales y artesanales para la conservación del terruño y la elaboración del vino.

He de decir que los portugueses tienen una sensibilidad especial para elaborar sus vinos y eso es un enorme haber para Arínzano. Los vinos y los aceites portugueses son un punto y aparte en este universo epicúreo, pude comprobarlo siendo miembro del jurado de la penúltima edición del concurso de vinos Vinduero-Vindouro.

¿Te he comentado ya que el Pago de Arínzano también elabora aceites de oliva virgen extra? Ya he tenido ocasión de probar AOVE’s del norte de España y son particularmente fragantes. Pero de este en particular no puedo hablar porque no lo he probado todavía.

Pago de Arínzano también te ofrece una experiencia completa con sus instalaciones de turismo enológico. El Pago goza de un encanto especial con edificios de arquitectura diferente, ventaja de su larga estirpe que culmina con una encantadora capilla de estilo neoclásico y su bodega diseñada por Moneo, el mismo arquitecto que diseñó la ampliación del Museo del Prado.

El Vino es Cultura.

Pago de Arínzano Blanco 2018

Elaborado con 100% uva chardonnay con una estancia de 12 meses divididos al 70% en depósitos de acero inox. y 30% en barricas nuevas de roble francés.

A los ojos aparece su carácter propio de la variedad de uva, amarillo pajizo y ese dorado franco  adquirido con el tiempo. Brillante y limpio te enamora ya en la copa.

Es muy aromático todo un regalo para los sentidos con notas cítricas que le aportan frescor y a fruta exótica que envolverá tu paladar. Sentirás cascara de naranja, mango, el toque mágico de la hierbabuena y el bálsamo de la miel de abeja.

Podría darte todos los detalles de la nota de cata pero, te debes quedar con lo importante.

Este vino no te cansa porque entra fresco como el rocío de la mañana y su recuerdo permanece en boca por su tacto cremoso. El hecho de una recogida temprana de la uva (que le va muy bien a las variedades blancas) da esa vivacidad o “je ne sais quoi”.

Un vino muy equilibrado que te hará pasar por distintos grados de placer desde el primer sorbo.

¡Un acuerdo Di-Vino!

Tiene un toque mineral que le va a los pescados como el salmón o el lenguado que serán unos compañeros de viaje muy agradecidos. Las aves con un tratamiento sencillo como la poularde en demi-deuil sublimará tus papilas. Un plato de pasta fresca con una salsa de nata “citronnée”.

Desde luego que es ideal también para chatear… se toma solo, créeme.

Hacienda de Arínzano Tinto 2016

Elaborado con tempranillo al 80%, 10% merlot y 5% cabernet sauvignon. Estancia de 14 meses de crianza en barricas nueva de roble francés el 40% del tiempo y al 60% el segundo año. Usar barricas nuevas o con algún uso aporta complejidad al vino, le da “señorío”.

Cuando lo miras a los ojos te habla con pasión, tiene un corazón granate y su capa es muy alta. La capa es el nivel de opacidad del vino en la copa aquí ya no hablamos de cristalinidad, al contrario no te debe extrañar no ver tus dedos al otro lado de la copa.

Cuando te lo acercas a la nariz, reconoces el recorrido de este vino por los distintos tipos de barrica, este es un vino muy expresivo la fruta de piel negra y fresca te abre la puerta para que recibas las notas balsámicas y especiadas del roble francés, con un toque ahumado que te recuerda el café recién molido, todo muy discreto.

Ya le has abierto la puerta a este vino y como comensal agradecido se revela generoso y esplendoroso, armonioso, muy elegante fresco y sedoso a la vez. Te dejará un largo recuerdo. Un vino equilibrado con una estructura que te permite guardarlo en tu bodega particular entre 3 y 6 años según el experto.

¡Un acuerdo Di-Vino!

Nosotros acompañamos este vino con un chuletón de vaca vieja a la parrilla. Un asado de cerdo o incluso un postre “todochocolate”, se verán honestamente recibidos con una copa de este vino maravilloso.

Para concluir, te diré que su precio tiene un atractivo especial no más de 17,50 €, para un vino de altura, una relación calidad precio que te hará sucumbir al encanto de los descendientes de Don Sancho.