X Entrega de Premios de la AEPEV y III Premio Tácito

Este año, Sevilla ha sido la ciudad elegida para la entrega de premios que otorga la prestigiosa Asociación de Periodistas y Escritores del Vino. La Bodega Pago de Carraovejas (Ribera del Duero) y la Fundación para la Cultura del Vino, se alzaron con los premios 2018.

El pasado 12 de Abril, la AEPEV -asociación a la que me siento orgullosa de pertenecer- celebró la X edición de los Mejores Vinos y Espirituosos de España, según sus miembros; y también la III Entrega del Premio Tácito (decidido también por un comité de expertos en la materia) cuyo objetivo es reconocer la labor de proyectos, instituciones o personas cuya actividad ensalce y promueva la difusión de aspectos culturales del vino. Porque el Vino es Cultura, algo innegable, en este país donde el vino ha sido siempre protagonista de las mesas familiares, de celebraciones, trabajo ¡y liturgias! Es bien sabido también, que el vino inspira a quien sabe leer en él.

La entrega de premios tuvo lugar en Umbrete (Sevilla), en las instalaciones de ocio de las Bodegas Salado -rodeados de botas cuya edad impone respeto-, en presencia de D. Rafael Salado, su propietario y nuestro anfitrión, de miembros destacados de la Administración Pública, un nutrido grupo de bodegueros españoles, representantes de las asociaciones empresariales de la provincia, también de la Asociación de Vinos y Licores de Sevilla (organizadora junto con Prodetur del famtrip del que tengo mucho que escribir) y una pequeña delegación representando a la Asociación de Periodistas y Escritores del Vino.

La Ceremonia fue conducida y presidida por José Luis Murcia, Presidente de la AEPEV, en compañía del Presidente de la Diputación de Sevilla, D. Fernando Rguez. Villalobos y el Alcalde de Umbrete, D. Joaquín Fdez. Garro.

Abrió la ceremonia, José Luis Murcia, quien quiso destacar que “Nuestra asociación quiere situar al vino en el lugar que le corresponde por cultura, tradición y buen hacer. Queremos que todos los grupos políticos se unan en torno al vino para declararlo bebida nacional, tal como han hecho Argentina y Uruguay […] El vino es el paisaje en la botella. Forma parte de la flora que le rodea.”

En su intervención, el Presidente de la Diputación, agradeció a la AEPEV, el haber elegido Sevilla para esta entrega de premios, que se consideran todo un referente del sector vitivinícola. Villalobos destacó que esta era “una ocasión única para nuestra provincia de cara al reconocimiento y promoción de los vinos y licores sevillanos”. Puso el acento en el viaje de prensa que nos llevó en días previos por las zonas del Bajo Guadalquivir, pasando por el Aljarafe y la sierra Morena sevillana. El Presidente Villalobos aprovechó el púlpito que le ofrecía esta ocasión, para anunciar el nacimiento de la Academia Sevillana de Gastronomía y Turismo, una excelente noticia.

La AEPEV entregó un total de 33 premios. Andalucía fue la Comunidad más premiada con ocho vinos y espirituosos. Tras Andalucía y de mayor a menor: Galicia, con seis; Cataluña con cuatro; Castilla y León además de Navarra, con tres; Castilla-La-Mancha y Comunidad Valenciana, con dos; por fin Baleares, Extremadura, La Rioja, Murcia y País Vasco, con uno.

Además de distinguir a seis productos de la provincia de Sevilla, que fueron finalistas en el concurso, se trata: Zaranda 2016, de Tierra Savia; Turdetano Roble 2017, de Bodegas Salado; Fundus Rosado 2017, de Bodegas Fuente Reina; Petit Ocnos 2017, de Colonias de Galeón; Vermut Florum, de Bodegas Aroche, y la ginebra Puerto de Indias Fresa, de la destilería Puerto de Indias.

Tras la entrega de premios, los asistentes pudimos disfrutar de un catering elaborado por Manolo Mayo un restaurante considerado toda una institución en Los Palacios y Villafranca (Sevilla). Me quedo con el recuerdo del risotto de verduras y su torrija con matalauva y miel… ¡Gloria Bendita! De hecho, en el famtrip, tuvimos la oportunidad de probar sus generosas raciones de cocina de mercado, con franqueza y una chispa de sofisticación, resaltada por las técnicas culinarias empleadas.

En siguientes entregas te relataré la crónica de nuestro intenso viaje por los viñedos y las bodegas sevillanas, sin olvidarme de la destilería de Puerto de Indias, que me hizo descubrir el licor anís bajo un prisma inesperado, generando en mi una curiosidad que pienso saciar.

Descubriremos las zonas vitivinícolas del Bajo Guadalquivir, a través de Bodegas González Palacios, Bodegas Halcón y Destilerías Puerto de Indias; la Sierra Norte con Colonias de Galeón, El Lagar de la Viña Vieja y Bodegas Fuente Reina; para terminar a las orillas del Guadalquivir en el cetro arqueológico del Lagar de Osset y las Bodegas Salado será la guinda del pastel… Aunque tranquilo, te daré también direcciones de dónde comer y dormir.